Aunque el Protocolo de Madrid dice que “las actividades en el área del Tratado Antártico serán planificadas y realizadas de tal manera que se limite el impacto perjudicial sobre el medio ambiente antártico o en los patrones climáticos”, la respuesta de las Partes del Tratado Antártico ha sido anémica y ciertamente no ha sido suficiente para la crisis climática que tenemos. El presente artículo rastrea el desarrollo de una respuesta formal, comenzando con la Reunión de Expertos del Tratado Antártico sobre el Cambio Climático en el año 2010, y su consecuente Programa de Trabajo en Respuesta al Cambio Climático y Grupo Subsidiario sobre la Respuesta al Cambio Climático. El trabajo climático en el STA ha sido enérgico entre las pocas Partes líderes y los individuos; sin embargo, este trabajo se ha ido obstaculizando más y más en los últimos años. Las respuestas que buscan alcanzar el impulso requieren algunos cambios institucionales dentro del STA, como el trabajo representativo entre sesiones, la inclusión de las emisiones de gases de efecto invernadero y los impactos climáticos en la evaluación del impacto ambiental, la evaluación de herramientas existentes en el Protocolo de Madrid para fortalecer la resiliencia climática e informes más transparentes, así como un compromiso más amplio y profundo y acciones serias para cumplir con el momento: esto incluye alinear las actividades antárticas a los objetivos del Acuerdo de París y establecer y apoyar un objetivo ambicioso de reducción de carbono.
Inicio Vol. 8 2021 Acción climática en el Sistema del Tratado Antártico: respuesta al Protocolo de...