En las celdas solares del tipo dye-sensitized solar cells DSSC el colorante es el responsable de transformar la luz del sol en flujo de electrones. Estos pigmentos pueden ser extraídos de fuentes naturales, ofreciendo una estrategia para usar recursos que se pierden o descartan, como algas que se depositan en las costas o frutos que no son comercializados. Usando las antocianinas extraídas de la flor del ceibo (Erythrina crista-galli), se armaron dos pequeños paneles que fueron instalados en la Base Científica Antártica Artigas, evaluando de manera remota el funcionamiento de los mismos durante 19 meses. Los paneles, instalados dentro de una habitación detrás de una ventana, demostraron una excelente estabilidad durante el periodo de evaluación. Mostraron además la posibilidad de producir energía eléctrica a partir de luz artificial proveniente de focos de iluminación cercanos a la zona donde fueron colocados. Adicionalmente mostraron la capacidad de producir corriente en los meses invernales de baja radiación, donde la nieve podría estar jugando un rol preponderante al funcionar como un gran espejo. De esta manera, se podría estar dando un interesante paso de ampliación de la matriz energética de las Bases, donde la utilización de recursos naturales habitualmente desechados (incluyendo los de origen antártico) podrían desempeñar un papel relevante.
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